Los Papeles de Mujeres en La Sociedad Méxica
Introducción
Los méxicas crecieron que durante el alumbramiento, el cuerpo de la mujer confluye con el ser de la diosa de la tierra, Cihuacoatl, y durante el proceso, las mujeres tenían un poder impresionante y aterrador, un que podrían usar por la creación o la destrucción (Dodds Pennock 2). Las mujeres mexicas eran temidas y reverenciadas. Este es solo un ejemplo de las convicciones complicadas sobre mujeres que tuvieron los méxicas; una vista que fue complicada y, a veces, aparentemente paradójica.
Esta visión de las mujeres afectó los papeles que fueron asignados a mujeres, y los papeles de mujeres afectaron como que mujeres eran vistos, en un ciclo sin final. La asimetría entre evaluaciones culturales de hombres y mujeres es universal, cruzado todas las culturas humanas conocidas en la historia. La masculinidad y las actividades culturales de hombres se consideran más importantes que la feminidad y las actividades culturales de mujeres (Rosaldo y Lamphere 19). Frecuentemente, la importancia de las mujeres para el funcionamiento de la sociedad se pasó por alto. En la sociedad méxica, las mujeres interpretaron muchos papeles importantes en la economía, las políticas, la religión y la vida social. También, aunque los mexicas crecieron que mujeres tenían gran poder natural, este poder aun necesitaba que mujeres ocupasen papeles específicos y se adherían a expectativas muy perteneciente a su género. Sin embargo, la sociedad méxica dejaba a las mujeres mucho más independencia y libertad que las sociedades cristianas que vencería a los mexicas.
Economía
En muchas culturas a lo largo del tiempo, las mujeres se consideraban (y aún se consideran hoy en día) cómo tenido un orientación “doméstico,” o un inclinación natural hacia actividades e instituciones que están organizadas en torno a la familia (particularmente madres y hijos) y la casa porque de su papel de madres. Esta orientación doméstica está, por naturaleza, en contra de la orientación “pública” que los hombres se consideraban tener (Rosaldo y Lamphere 23-24). La orientación pública es las actividades y asociaciones que rodean y son fuera de grupos de madres-hijos (Rosaldo y Lamphere 23). La cultura méxica es la única en que no tiene la dicotomía de la mujer doméstica y el hombre público en la misma manera de otras culturas. Las mujeres y los hombres tenían papeles paralelos. Algunos papeles en la economía eran reservados para las mujeres, y otros para los hombres. Esto se muestra en el códice florentino, en que hay ocupaciones que están descritas sólo con pronombres femeninos. Estas ocupaciones incluyen la texedora de labores, quien es “entendida y diestra en su oficio, y ansí sabe matizar los colores y ordenar las bandas en las mantas; al fin, hacellas galanas y labradas de diversas colores” (Códice Florentino Digital 36), la hilandera, quien “sabe hacer buena mazorca en el huso y devanar o hacer ovillo, y saber concertar el hilo que está en la devanadera para la ordiembre, y saber triplicar los hilos, e saber hilar hilo grueso y floxo” (Códice Florentino Digital 37), la costurera, quien es “buena oficiala de su oficio, y echa labores trazando bien primero lo que ha de hacer” (Códice Florentino Digital 37), la cocinera, quien sabe “hacer bien de comer, hacer tortillas, amasar bien, saber echar la levadura, para todo lo cual es diligente y trabajadora” (Códice Florentino Digital 37), y la médica, quien es “es buena conocedora de las propriedades de yerbas, raíces, árboles, piedras y en conocellas tiene mucha esperiencia, no ignorando muchos secretos de la medicina… sabe bien curar a los enfermos, y por el beneficio que les hace casi vuélvelos de muerte a vida, haciéndoles mejorar o convalecer con las curas que hace” (Códice Florentino Digital 38). A diferencia de otras culturas, particularmente las culturas europeas, los papeles de mujeres en la economía no se subvaloraban o ignoraban; las habilidades de las mujeres ocupadas se daba mucha importancia y se veneraba. Es cierto que las mujeres y los hombres tenían papeles separados, pero los ambos papeles de géneros se reconocían como ser esencial para la sociedad (Kellogg 569). También es cierto que estos papeles eran muy pertenecientes al género. Como en otras sociedades, las mujeres crearon y alimentaron, papeles que tienen una asociación con la maternidad.
Las mujeres tenían posiciones de administración en la economía. Las mujeres podrían ser “tianquizpan tlayacanqui,” que significa “administradora o jueza del mercado” (Kellogg 566). Estas mujeres aseguraron precios justos, supervisaron la producción de provisiones de guerra, y asignaron tributos (Kellogg 566). La posición de “tianquizpan tlayacanqui” para mujeres fue paralelo a la posición de “tianquizpan tlayacanqui” para hombres. Las vidas económicas de mujeres y hombres se cruzaban a veces; ambos hombres y mujeres podrían ser compradores y comerciantes, pero, los papeles de poder fueron sueltos por género.
Política
Aunque virtualmente todos de los posiciones en el gobierno se tenían por los hombres, las mujeres méxicas tenían algo de poder. Las mujeres tenían algunos papeles paralelos a los hombres. Existieron papeles administrativos que se llamaron “tepixque,” y “ tlaxilacalle,” o “guarda” y “anciano del distrito” respectivamente. No es cierto, pero, se piensa que ese papel implicó manejar las subdivisiones de la ciudad. A diferencia de la posición de tianquizpan tlayacanqui, tepixque y tlaxilacalle tiene palabras diferentes cuando el papel es llenado por una mujer. Estas palabras son “cibuatepixque” y “cibuatla xilacalle” (Kellogg 567). La existencia de estas palabras que son perteneciente a un género insinúa que una mujer llenado el papel de la guarda o el anciano no es típico, tanto que el título tiene que especificar que la guarda o el anciano en cuestión es una mujer. En el gobierno, las mujeres no fueron la “configuración por defecto,” a decir coloquialmente.
El “tlatoani,” o el emperador de los méxicas, llamaban frecuentemente “la madre real y el padre real de la población,” o “vel monantzin, vel motatzin” (Kellogg 567). Kellogg discute que este mencion demuestra que los mexicas creían que la masculinidad y la feminidad partes de crianza de los hijos fueron necesarios para buen liderazgo, pero, ella pasa algo por algo. El tlatoani teniendo los papeles de la madre y el padre significa que el tlatoani hombre tiene el aspecto de la feminidad, y porque él personifica la masculinidad y la feminidad, no necesita una mujer. Él es abarcador. Él es una existencia completa, con la insinuación que las mujeres no son, porque ellas se prohibieron de la guerra y la jerarquía de los guerreros (Kellogg 567). El tlatoani y el guerrero no tenían papeles paralelos para las mujeres. La sociedad méxica fue una sociedad que estaba radicada en la guerra, así que las mujeres no podrían participar en los aspectos sociales más importantes.
Religión y Vida Social
Como en el gobierno, virtualmente todos las posiciones más poderosas se tenían por hombres. Pero, como en la economía, las mujeres tenían algunos papeles paralelos, de gran importancia. Las mujeres eran sacerdotisas; ellas preparaban víctimas de sacrificio, mantenían los templos, y conducían rituales de calendario (Kellogg 568-569). Un posición de importancia particular fue la “iztaccihuatl cihuacuacuilli,” una sacerdotisa quien supervisó el templo de la diosa Toci. Alguna persona que quería preguntar algo a Toci tenía que hablar con la iztaccihuatl cihuacuacuilli; la posición fue una de gran autoridad religiosa (Kellogg 568-569). También, las mujeres tenían posiciones de autoridad en ritos de paso. Las matronas, que asistieron durante el alumbramiento, supervisaron los ritos para el hijo, como la ceremonia de nombre (Kellogg 569). Mujeres mayores negociaron los matrimonios (Kellogg 569). Es posible que estos papeles se designaran a mujeres porque de la asociación entre mujeres y la familia y la maternidad; la formación de una familia nueva la continuación de vida fue el dominio de mujeres.
En el punto de vista de los méxicas, las mujeres tenían mucho poder natural porque una asociación entre su capacidad para la creación, en la forma del alumbramiento, y la tierra (Dodds Pennock 2). El poder de las mujeres podría ser disruptivo y aterrador, y aunque este poder se reverenciaba mucho, se necesitaba control. Los méxicas creían mucho en la moderación en todas las cosas. Diferente del concepto cristiano de pecado, los méxicas tenían el concepto de tlazolli (Dodds Pennock 2). Tlazolli fue el exceso de algo, o cuando algo está en el lugar errado (Dodds Pennock 2). Tlazolli fue necesario en una cantidad pequeña para el funcionamiento de la sociedad. Este es muy diferente del punto de vista de cristiano, en que un pecado siempre es malo. El punto de vista de los méxicas representa una vista más comprensiva de la humanidad, y particularmente las mujeres. A diferencia del cristianismo, la sexualidad de las mujeres fue no sólo aceptable, sino también una cosa buena en moderación (Dodds Pennock 2). Pero, las mujeres promiscuas y trabajadoras sexuales aún se condenaban. El Códice Florentino descubre estas mujeres como “borracha y perdida…galana y polida, y con esto muy desvergonzada, y a cualquier hombre se da y le vende su cuerpo, por ser muy luxuriosa, sucia y sin vergoenza, ambladora, y muy viciosa en el actu carnal” (Códice Florentino Digital, 38). Como el cristianismo, la sexualidad femenina aún tiene una dimensión moral, un aspecto de control. Las mujeres que disfrutaron mucho sexo, o usaraon el sexo para ganarse la vida, fueron el imagen del exceso, de glotoneria. El sexo no fue un acto de gozo para la mujere individual, pero un acto de reproducción y cohesión social para la sociedad.
Conclusión
Muchas sociedades que están radicadas en la guerra infravaloran a las mujeres mucho, porque las mujeres se no permitieron cumplir el papel del soldado o guerrero. La sociedad méxica es singular en que las contribuciones por mujeres a la sociedad se valoraban mucho. Aunque las mujeres no disfrutaron igualdad perfecto con los hombres, la sociedad méxica presenta una vista alternativa del pasado. El progreso de la historia no es una línea recta, y la conquista de los méxicas probaron ser un regresión en el término de las derechas de mujeres.
Citas
Disponible en Digital Florentine Codex/Códice Florentino Digital, editado por Kim N. Richter y Alicia Maria Houtrouw, "Book 10: The People", fol. 30-38, Getty Research Institute, 2023. https://florentinecodex.getty.edu/en/book/10/folio/36v?spTexts=&nhTexts= Accessed 29 April 2025.
Editado por Michelle Zimbalist Rosaldo y Louise Lamphere, “Women, Culture, and Society,” pg. 19-24, Stanford University Press, Stanford, California, 1974.
Kellogg, Susan. “The Woman’s Room: Some Aspects of Gender Relations in Tenochtitlan in the Late Pre-Hispanic Period,” en Ethnohistory, vol. 42, no. 4, pg. 566-569, Duke University Press, 1995.
Dodds Pennock, Caroline. “Women of Discord: Female Power in Aztec Thought,” en Historical Journal, vol. 61, no. 2, pg. 2-5, Cambridge University Press, 2018.