1562. México: El fraile inquisidor Diego De Landa ordena la quema de los códices Mayas
1 2025-05-02T14:16:47+00:00 Adelmar Ramirez 0b89bdd17155156d20e8c1269cf483cceea30c6f 3 1 Vladimir Acosta nos habla de este personaje y su papel en la historia. plain 2025-05-02T14:16:47+00:00 YouTube puebloalzao3 2010-07-14T04:05:17Z Cow028Pm1_U Adelmar Ramirez 0b89bdd17155156d20e8c1269cf483cceea30c6fThis page is referenced by:
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Introducción
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Este proyecto colaborativo surge a partir de una clase titulada "Perspectivas Culturales de Latinoamérica" en Hood College, durante el semestre de primavera, 2025. El curso es una especie de "survey course", es decir, de entrada nos enfrentamos a una visión amplia sobre un territorio aún más amplio. Me gustaría poner eso en primer plano, puesto que-- bien dicen--quien abarca mucho aprieta poco.
No fue mi intención nunca apretar; en especial al situarnos tan lejos, y tan cerca de Latinoamérica (estamos a tres horas y media de Cancún). Más bien, le propuse al grupo enfrentarnos a las historia y a las culturas desde el lugar que más nos convocara. Los proyectos que se ven a continuación presentan informaciones diversas, desde el cómic moderno hasta códices precolombinos.
Otro punto importante que señalamos en la clase fue la discusión sobre la memoria histórica. Leímos sobre la difícil época de la conquista, los abusos de los conquistadores europeos, la tortura, mutilación, saqueo, y más. Para ello, tomamos en cuenta textos clásicos, como Brevísima relación de la destrucción de las Indias, de Bartolomé de las Casas. A partir de ese libro analizamos imágenes que luego crearon Theodore de Bry y Joos van Winghe.
Es una época que a veces se ha tratado de minorizar el impacto de las violencias en la población indígena. Digo violencias en el entendido de que coexistieron las físicas, como se muestra en la imagen anterior, con violencias simbólicas, como el Auto de fe de Maní (Yucatán), el 12 de julio de 1562, suceso provocado por el Obispo Franciscano español, Diego de Landa, quien había instituido un tribunal de la Inquisición. Ese día se quemaron un sinnúmero de imágenes de culto, objetos sagrados, y códices de la cultura maya. El Auto de fe de Maní representa un evento sin precedentes también cobró vidas humanas, mutilaciones, azotes, rapaduras de cabello, trabajos forzados en conventos, incluso penas pecuniarias (en efectivo), muchas de ellas en moneda metálica, otras consistentes en granos de cacao.
Jorge Cortes Ancona describe esa trágica noche de la siguiente manera: "Entre cánticos religiosos, una fila de indígenas desnudos de la cintura para arriba, con gorros de forma cónica, portando velas y grandes cruces rojas, y amarrados por una misma cuerda, caminan trabajosamente rumbo a los cadalsos armados en el atrio del convento de Maní. Son acusados de seguir adorando a sus dioses. Ese 12 de julio de 1562, una multitud de hombres y mujeres mayas, donde también se ve a españoles venidos de la capital de la provincia y, en especial, a frailes franciscanos, forman parte de esta ceremonia: es un auto de fe, un acto inquisitorial para castigar en público a herejes e idólatras y con ello servir de escarmiento a la población."
Paradójiocamente, el mismo Diego de Landa, en su segundo turno como Obispo de Yucatán, reunió algunos de los códices sobrevivientes al fuego y escribió Relación de las cosas de Yucatán, una obra seminal de la cultura maya necesaria para cualquier estudioso del tema. Uno de estos códices ahora se encuentra en el museo de Dresden (por lo tanto ha recibido ese nombre "códice Dresden"). Relación de las cosas de Yucatán de los documentos más valiosos para el estudio de la civilización maya, ya que incluye descripciones detalladas de su escritura, religión y costumbres. Su legado, por tanto, oscila entre la destrucción cultural y la preservación histórica.
Nos quedan, pues, migajas de una civilización llena de sabiduría astrológica, matemática (los mayas co-inventaron el concepto del cero), filosofías, arte, arquitectura (la pirámide más alta del mundo es La Danta/ El Mirador, en Guatemala, y aunque sea difícil de creer, diseñaron una pirámide en Chichen Itzá--llamada "el Castillo" o "" que, al aplaudir, suena como un pájaro. Dedicada al dios serpiente emplumada Kukulkán, esta pirámide escalonada refleja el profundo conocimiento astronómico y matemático de los mayas. Tiene cuatro escalinatas de 91 peldaños cada una, que sumadas al peldaño superior hacen un total de 365, representando los días del año solar. Uno de los aspectos más asombrosos del monumento ocurre durante los equinoccios, cuando la luz del sol crea un efecto de sombra que simula el descenso de una serpiente por la escalinata norte, un fenómeno que demuestra la precisión con la que los mayas integraban sus creencias religiosas con la observación astronómica.
Con el tiempo, la cosmovisión maya fue hibridándose con las enseñanzas cristianas de los frailes. Es común que estos fenómenos de mestizaje o transculturación pasen desapercibidos, que no dejen huellas en la historia; sin embargo, en el caso de la región Kiché, se produjo un libro que se nutre del pensamiento nativo y de la Biblia. En él aparecen personajes con historias como la de la doncella que queda embarazada por el escupitajo de un árbol, semejante a lo que le ocurre a Eva, en el Génesis. En un caso, el todo-poderoso no se equivoca, en otro, los dioses necesitan varios intentos (creando humanos con barro, palos, y finalmente, con maíz). En ambos casos el designio de los dioses es crecer y multiplicarnos. La existencia de un reino subterráneo acontece en paralelo: en el Popol Vuh se llama Xibalba y en la biblia el infierno.